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Los caquis cultivados son hembras partenocárpicas

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Y todos sus hijos son híbridos

Al igual que la gran mayoría de higueras mediterráneas que son casi todas hembras partenocárpicas, capaces de madurar los higos sin necesidad de ser fecundadas, nuestros caquis son también todos hembras partenocárpicas, maduran sus frutos sin ser polinizadas y éstos no tienen por tanto ninguna semilla o, mejor dicho, no deberían tenerla.

Los caquis, Diospyros kaki, son originarios de China y desde hace muchos siglos se cultivan en el Japón. De allí fueron llevados al Mediterráneo donde encontraron un clima ideal similar al de su origen. Actualmente se cultivan en todas las regiones del mundo con un clima mediterráneo. Todas las especies del género Diospyros son dioicas, con árboles machos y árboles hembras. Pertenecen a la familia de las Ebenaceae.

Y os preguntaréis ¿porqué a veces los caquis tienen semillas si en teoría no hay ningún macho asiático en todo el Mediterráneo? La respuesta es muy sencilla. El secreto está en el pie o patrón sobre el que están injertadas la mayoría de hembras cultivadas, el Diospyrus lotus, un árbol que vive de manera natural desde Europa hasta Asia y puede alcanzar una altura de 30 metros. Sus frutos son muy pequeños, no suelen superar los 2 o 3 centímetros de diámetro y bien maduros son muy dulces. En la antigua Grecia era muy apreciado como árbol frutal mucho antes de la llegada de los caquis asiáticos. Los frutos se comían tanto frescos como desecados como si fueran uvas pasas, ciruelas pasas u orejones de albaricoque. Precisamente el nombre del género Diospyros procede de la unión de dos palabras griegas: Dios i Pyros, que traducido significa Trigo de Zeus.

Diospyros lotus hembra asilvestrado, nacido de una semilla en la falda de una montaña de la Sierra de Tramontana de Mallorca. 

Frutos diminutos y muy numerosos del Dyospyros lotus anterior. Suelen tener muchas semillas y deben estar bien maduros para ser comestibles, ya que de lo contrario son muy astringentes por la gran cantidad de taninos que contienen.

Y surge una nueva pregunta. ¿Cómo ha conseguido asilvestrarse en Mallorca esta especie alóctona? De nuevo la respuesta es muy sencilla. El Diospyros lotus tiene una fuerte tendencia a echar hijuelos de raíz a veces a mucha distancia del árbol original. En teoría el árbol que venden en los viveros es un caqui asiático de la especie Diospyros kaki, pero sus raíces son de Diospyros lotus, muy utilizado como patrón por su gran rusticidad y resistencia a la sequía y a todo tipo de suelos, de manera que prácticamente el 100% de los caquis que se venden en los viveros están injertados sobre Diospyros lotus.

Tarde o temprano, sobretodo cuando el injerto de caqui va envejeciendo y empieza a perder fuerza, las raíces del patrón echan muchos hijuelos y si no son arrancados crecen muy deprisa y en pocos años se convierten en árboles, todos ellos hermanos clónicos unidos por sus raíces al clon-madre original, es decir, que en realidad son un mismo individuo. Puesto que los viveristas consiguen  los patrones de Diospyros lotus sembrando semillas, de ellas nacen árboles macho y árboles hembra que son injertados con una púa o yema de caqui hembra mucho antes de conocer su sexo.

Así pues los patrones de nuestros caquis pueden ser machos y hembras y sus hijuelos de raíz lógicamente también. Si aquí y allá un caqui abandonado en una finca de frutales o en un huerto acaba echando hijuelos y éstos llegan a florecer y a dar frutos, los pájaros se los comen como si de un bombón se tratase y dispersan luego las semillas lejos de su madre. Alguna logra germinar si cae en un lugar propicio y de ella nace un caqui asilvestrado, que en el caso de ser macho producirá flores con polen que fecundará las flores femeninas de un caqui cultivado partenocárpico. Ésta es pues la explicación de las semillas que tienen a veces nuestros caquis.

Aquí podemos ver la jugosa y apetitosa pulpa de un caqui en la que se puede distinguir por transparencia un hueso en la mitad superior. Si ampliáis la foto con un doble click lo veréis mejor. Este hueso es un hibrido entre Diospyros lotus y Diospyros kaki. Antiguamente los campesinos sembraban estos huesos y llamaban caquis bordes a los árboles híbridos que de ellos salían. Si nacía un macho lo injertaban de caqui hembra partenocárpica y si nacía una hembra la dejaban sin injertar, puesto que sus pequeños frutos eran deliciosos bien maduros.

 Otro caqui con tres semillas. El caqui que da estos frutos tan jugosos ha echado varios hijuelos a tres metros del tronco que tienen las hojas típicas del Diospyros lotus, muy diferentes a las del Diospyros kaki que tiene injertado encima. Esta próxima primavera quiero probar de injertar uno de estos hijuelos con una estaca o una yema de Diospyros digyna, un extraño caqui originario de México que los nativos llaman Zapote negro por sus frutos de pulpa negra como el chocolate.

Siempre me acordaré de un caqui borde que mi abuelo paterno había sembrado de un hueso junto a un pozo de una finca cercana a la aldea de Randa en el centro de Mallorca. Producía unos caquis pequeñitos de pulpa compacta extraordinariamente dulce y aromática, sobre todo la parte más oscura que rodeaba las semillas que era la mejor. Su pulpa era tan consistente que los caquis caían al suelo cuando estaban maduros y no se chafaban. En otoño yo disfrutaba yendo con mi abuelo a cosechar los frutos del caqui borde, montados los dos en el carrito tirado por Margarita, una pequeña burrita muy peluda de raza mallorquina. Producía tantos caquis que yo me daba un atracón y luego ayudaba a mi abuelo a llenar una gran cesta de mimbre con los que quedaban para llevarlos a casa. Incluso le daba media docena a Margarita directamente en la boca como si fueran caramelos. Tanto a ella como a mí nos gustaban mucho. Un invierno llovió torrencialmente, se formó una gran balsa de agua estancada y el caqui borde se murió con las raíces podridas.

Semillas híbridas de caqui extraidas de un caqui cultivado.

Flores masculinas de un Diospyros lotus asilvestrado que conseguí a partir de un hijuelo de raiz cogido en la montaña. Lo tengo sembrado en mi jardín y el polen de sus flores poliniza mis tres Diospyros kaki hembras. Del mismo modo que los higos son mucho más dulces y aromáticos si son polinizados, los caquis fecundados por el polen del Diospyros lotus son mucho más sabrosos y cuantas más semillas tienen mejor. La pulpa que rodea las semillas es extraordinariamente rica en azúcares.

Flor femenina de caqui partenocárpico.

En otoño y principios de invierno, cuando la fruta escasea, tanto los caquis de los árboles cultivados como de los asilvestrados son una valiosa fuente de alimento para las aves. En la imagen tomada a principios de octubre se ve un caqui picoteado por petirrojos, mirlos y mosquiteros comunes.


 

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