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Quercus híbridos: un reto para los dendrólogos

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Hoy os quiero hablar de mis cinco robles híbridos de 31 años de edad que compiten en belleza y majestuosidad con los árboles más hermosos de mi jardín. Sembré las bellotas en otoño de 1982. Tenía yo entonces 26 añitos de nada. Ha pasado tanto tiempo... Voy a seros sincero. Siento debilidad por los Quercus. Son mis "niños" mimados, mis preferidos, los hijos de mi juventud, pero no se lo digáis a los demás árboles. Se pondrían celosos y tristes y podrían morir de pena. Son tan sensibles... Cuando paso bajo su inmensa copa me gusta acariciarles la corteza y decirles cosas bonitas con el pensamiento. Nos entendemos sin palabras.

Quercus progenitor con una copa espectacular brotando en primavera. Crece en un torrente de Mallorca rodeado por un bosquete de robles más jóvenes.

 El más majestuoso de mis robles híbridos con sólo el 30% de las hojas persistiendo sobre las ramas a principios de invierno. Es tan alto que el sistema de bancales o terrazas de mi jardín me ha impedido sacarle una foto al completo.

Los cinco híbridos son hermanos, hijos del mismo árbol, producto más que probable de una autopolinización del progenitor consigo mismo o bien de una polinización cruzada con el polen de sus hijos. Sea como sea, tanto el árbol-madre como los hijos, nietos y biznietos que lo rodean llevan todos los mismos genes. Serían pues practicamente clónicos entre si. 

Conocer la identidad de los abuelos, los progenitores de su madre, sigue siendo un gran reto, una asignatura pendiente para los botánicos y genetistas de la Universidad de las Islas Baleares. La versión más ampliamente aceptada es que se trata de un Quercus x cerrioides, híbrido entre Quercus faginea y Quercus pubescens, con algún gen de Quercus canariensis y/o de Quercus pyrenaica, pero viendo el desdoblamiento de las características fenotípicas que presentan sus hijos, ya no sé qué pensar. Lo que más me desconcierta es la caducidad de sus hojas, que por sus supuestos progenitores deberían ser marcescentes, es decir, tendrían que persistir secas sobre el árbol durante todo el invierno hasta la brotación primaveral. Los inviernos muy cálidos con temperaturas superiores a +5ªC la mayoría de hojas persisten verdes sobre el árbol sin secarse y caen todas a la vez justo cuando empiezan a brotar las nuevas yemas en primavera. Mis híbridos serían pues semi-caducos, pero no marcescentes.

Últimas hojas sobre uno de los híbridos.

Se sospecha que el árbol original no es autóctono, que alguien lo sembró hace un par de siglos. La versión más romántica dice que podría tratarse de una reliquia del Cuaternario.

 Ampliando esta imagen con un doble click podéis ver un Quercus pubescens, sinónimo de Quercus humilis, fotografiado hoy mismo, con sus típicas hojas marcescentes, que permanecen secas sobre el árbol hasta la primavera. Me lo traje del norte de Portugal hace 27 años. Medía entonces unos 30 centímetros y crecía en un terreno rocoso muy seco.

Hojas marcescentes del Quercus pubescens anterior.

 Microfotografía con iluminación de superficie de los tricomas de la pilosidad del envés de una hoja de Quercus pubescens.

Brotación primaveral a finales de marzo del Quercus pubescens anterior.

Joven Quercus pyrenaica de unos 7 años, fotografiado esta misma tarde con sus hojas marcescentes, retorcidas y resecas, persistiendo sobre el arbolito. Lo sembré de una bellota que me trajo un amigo de un parque de la ciudad checa de Praga.

Hojas marcescentes del Quercus pyrenaica anterior. Si se arranca una hoja, el pecíolo deja una heridita bien verde en la corteza de la rama. Aunque parezca muerto, en realidad simplemente duerme, hiberna, espera.

 Ampliando esta foto con un doble click podéis ver las hojas de dos de los hermanos, los dos más imponentes, que superan con creces los 10 metros de altura. Las dos hojas de la izquierda, más redondeadas y pequeñas, pertenecen a un ejemplar fértil, que produce polen y bellotas viables. Sus hojas ovaladas tienen dientes más o menos rígidos en el margen y la mayoría de ellas presentan 11 nervios. Las dos hojas de la derecha, más grandes y alargadas, pertenecen a un ejemplar semi-estéril con polen viable y flores femeninas abortadas que no llegan a madurar. Tienen 7 pares de nervios y el margen ondulado.

Hoja del híbrido semi-estéril de la foto anterior con el envés recubierto por una finísima pilosidad blanquecina.

Microfotografía del envés de una hoja con la estructura celular y los tricomas de la pilosidad, más abundantes sobre el nervio central.

 Microfotografía con iluminación de superficie de los tricomas de los Quercus híbridos.

Flores masculinas con polen viable del híbrido semi-esteril de las fotos anteriores.

 Detalle de las flores masculinas anteriores a finales de marzo.

Flores femeninas aparentemente normales del híbrido semi-estéril anterior cuyo ovario aborta tras la fecundación y no llega a madurar ninguna bellota.

Bellotitas abortadas que no se desarrollan y caen por contener un embrión inviable.

Los cinco híbridos tienen las hojas diferentes, tanto que no parecen descendientes de la misma madre. Coinciden, eso si, en la longitud del pecíolo que oscila entre uno y dos centímetros y en la fina pilosidad afieltrada que recubre el envés de sus hojas. Dos de ellos son semi-estériles, no producen bellotas. Uno de ellos, hoy, dia 11 de enero de 2014, ya ha perdido todas sus hojas. A otros dos les queda un escaso 10% de hojas sin caer, la mayoría secas. Finalmente, los dos restantes, los de la foto combinada, conservan alrededor de un 30% de hojas, bastantes de ellas todavía verdes.


Espero la opinión de los expertos en robles y encinas. Si no conseguimos descifrar el jeroglífico, en unos pocos años el estudio del genoma nos sacará de dudas. Seguro que habrá sorpresas. Los robles y encinas, al igual que los helechos del género Asplenium, tienen una fuerte tendencia a hibridar. Algunos entendidos aseguran que en nuestros bosques hay casi tantos Quercus híbridos como especímenes puros.

Y para acabar, aquí tenéis una hermosa chicharrita, Cicada orni, perfectamente camuflada sobre la rama de uno de los híbridos.




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